miércoles, 2 de diciembre de 2015

TRABAJO FINAL: Cuento (Sin título)


18 de abril de 1965

Lo que estoy a punto de narrar es una historia verídica, aunque los sucesos que mencionaré parezcan extraordinarios, doy mi palabra de que todo lo aquí referido sucedió.


Estaba sentado fuera de la oficina del señor Ruskin podía escuchar un leve murmullo a lo lejos, los alumnos iban y venían por el corredor, con sus pulcros uniformes y sus libros en mano. El edificio Gibbs estaba a un costado del comedor donde se acababa de realizar la merienda. Eran ya las ocho y cuarto, había llegado hace casi dos horas y aún no recibía ningún trato ni bienvenida a la facultad. No sentía la necesidad de ser presentado con nadie, hubiera preferido sólo entrar a trabajar inmediatamente, pero, siendo una universidad de tal prestigio, se me había prometido toda una ceremonia en la que me presentarían ante los alumnos y docentes académicos. Sin embargo, habían pasado ya dos horas y aún no recibía ningún trato. Suspiré levemente y traté de acomodar mi cabello, lo acostumbraba llevar desordenado y caía un poco hacia el frente, me sentía algo fuera de lugar en tan exuberante sitio. Justo en eso estaban mis pensamientos cuando escuché la puerta abrirse. Era el señor Ruskin, director académico y administrativo del King’s College.


Pase por favor señor Marin, es un placer atenderle finalmente.


Me recibió con una mirada de solemnidad que me hizo sentirme aún más diminuto, pero ya había aceptado el puesto, iba a tener que acostumbrarme.


Espero que haya tenido un excelente viaje señor Marin. Como ve aquí el invierno es un poco más crudo, tendrá que irse adaptando, pero sé que no le será difícil, es un hombre muy joven.


La luz verde de su lámpara de mesa iluminaba toda la oficina, la sobria elegancia del lugar me tranquilizó. Estaba acostumbrado a una vida más recatada, en mi natal Madrid la arquitectura era muy diferente. Inglaterra era un lugar que parecía sacado de un cuento de hadas y el King’s College particularmente poseía un encanto y una fastuosidad que imponían. La arquitectura gótica contrastaba bellamente con el estilo decó que venía de París y de Estados Unidos, propio de la década.


Cómo debe saber ya, requerimos sus servicios en un momento de mucho pesar para la Universidad, el maestro Beynon era un miembro muy apreciado en nuestro comité, entre sus antepasados se encuentran algunos de los fundadores de la Universidad. Es muy triste que haya sucedido tan onerosa tragedia.


Ofrecí mi pésame y se me informó de una ceremonia en memoria del difunto profesor Beynon, sería dentro de dos días, el cuerpo se había velado la noche anterior. Por lo pronto, como aún no contaba con hospedaje se me ofreció quedarme en la antigua casa del difunto ubicada a apenas unos minutos en coche de la universidad, cerca de una media hora a pie. Teniendo en cuenta que no conocía a nadie de la ciudad y que estaba ya bastante cansado por el viaje acepte complacido. El director me escoltó hacia la puerta donde me esperaba ya el cochero. Emprendimos camino inmediatamente.


Ya se había puesto el sol hace tiempo, las farolas apenas iluminaban el camino, al parecer la casa mencionada estaba en una arboleda, pensé inmediatamente en mi hogar, donde el clima era más benévolo y las noches empezaban más tarde. Aquí todo parecía ensombrecido por una capa de neblina, muy densa esa primera noche. Llegamos casi a las once, el cochero me ayudó con las maletas. Me sorprendió que tocara la puerta pues pensé que la casa estaría vacía, abrieron inmediatamente. Era al parecer el mayordomo, un hombre de unos sesenta años, no más alto que yo y levemente encorvado, nos recibió con bastante calma, como si ya hace tiempo nos esperara y nos dirigió hacia arriba, a lo que sería mi habitación. En todo este tiempo no dijo ni una sola palabra. Pagué al cochero y ambos se retiraron, pronto me encontré sólo recorriendo la casa, era más grande de lo que me esperaba y tenía un aire bastante imponente, sentí que podría perderme con facilidad entre sus muchos cuartos y pasillos. Conté cinco sólo en la planta alta. Volvía al cuarto que me asignaron cuando de reojo logré percibir algo que se movía a unos meteros de mí. Un poco por la inseguridad de mi reciente llegada volteé rápido para disculparme por explorar la casa sin ningún consentimiento, pero no logré ver nada, lo atribuí a mi cansancio y no le di importancia, ahora que lo recuerdo me produce escalofríos pensar en que probablemente fue la primera vez que la vi.


Llegué a mi cuarto con un poco de esfuerzo pues no era muy diferente a otras habitaciones, en la puerta me esperaba el mayordomo, lo saludé, me respondió asintiendo la cabeza y me señaló el camino hacia abajo, creí que ya era algo tarde para la merienda pero estaba servida. No vi a nadie más que él en la casa, y no sé decir quién había preparado la comida. Aunque mi paladar no estaba acostumbrado a la comida inglesa agradecí y comí tranquila y pausadamente, a pesar de que me encontraba muy hambriento.


El viaje había durado bastante, fue por mar y tierra y el cambio de clima no me favoreció mucho, casi contraigo gripe. A finales de noviembre ya empezaban las nevadas por allá, muy pronto vería todo cubierto de nieve. Como comí sólo, cuando terminé me retiré de la mesa y me dirigí directo a mi habitación, no quería volver a molestar maleducadamente a cualquier otra persona que probablemente estuviera en la gran casa. Tome algunos libros de lógica y me disponía a leerlos pero el sueño excedió a mis deseos. Desperté a las tres de la madrugada con mucho frío. Todo estaba completamente oscuro, ni si quiera podía ver los límites de mi cuarto, eso me incomodó un poco. Como era nuevo en aquel lugar me costó bastante trabajo encontrar alguna lámpara, varias veces choqué con las esquinas de los muebles. Finalmente di con una, y con algo de trabajo la encendí. Me di cuenta de que estaba justo frente a un espejo, lo que me sobresaltó un poco y descubrí que mi corazón latía demasiado rápido. Aunque consideré aniñado asustarme por la oscuridad, a decir verdad esa casa no me producía una sensación muy agradable, iniciando por el hecho de que su antiguo dueño acababa de fallecer hace apenas unos días. Con la lámpara en mano me dirigí a la puerta pero no la abrí, me pareció prudente permanecer dentro de la habitación toda la noche, ya después podría intentar acomodarme en otro lugar, después de todo iba a llevarme más tiempo hacerme de mi propia casa. Volví a mi cama y puse la lámpara a un lado, era una lámpara de aceite así que procuré traer siempre cerillas en mis bolsillos, la apagué y volví a dormir. Desperté mucho después, con los rayos del sol entrando por la ventana.  


Llegué a la universidad cerca de las 8, justo para mi clase, el edificio en donde se impartía mi cátedra estaba casi al final de todo, era bastante grande y, como todo lo demás, de una arquitectura impresionante. Tenía muchos alumnos, algunos muy jóvenes, otros no tan diferentes de mi edad. Yo salí de la universidad a los 17 años, siempre fui bastante bueno y lo digo sin recato porque no poco esfuerzo me costó. A mis 24 años ya tenía experiencia como docente aunque aun así confieso que me sorprendió cuando recibí aquella carta donde se me solicitaban mis servicios en una de las escuelas más prestigiosas del mundo, no podía desaprovechar una oportunidad tal y no me atreví nunca a cuestionar el porqué de mi elección. Me agradaba dar clases y me sentía a la altura de dicha universidad, los alumnos parecían respetarme y muchas veces solicitaban de mi asesoría. 


Cuando llegó el tercer día se me informó que asistiera a la ceremonia del antiguo maestro, sentí cierta estima hacia él por los comentarios que escuché de alumnos y otros maestros sobre su persona. Al parecer era un hombre recatado, sin familia ni ningún escándalo, vivía para dar clases y para expandir sus conocimientos, eso lo pude ver en su casa, en donde la biblioteca se extendía por tres habitaciones grandes y en ella encontré tomos de las más variadas disciplinas, desde arte hasta derecho, biología, entre otras. La ceremonia sería a las 7 de la tarde, justo cuando terminaba mi última clase, por lo mismo llegué un poco retrasado.


Se realizó en el Salón de Actos y cuando entré pude ver que estaba lleno, no me sorprendió. Aun no tenía muchos conocidos así que me dediqué a recorrer el lugar, contemplando la maravillosa arquitectura y los cuadros colgados, muchos exponían retratos de los fundadores, otros eran paisajes de la región. Pude ver como todos iban excelentemente vestidos, incluso los alumnos, yo no me atreví a acercarme a ningún grupo en particular, aunque si cruce palabras con algunas personas. Vi al señor Ruskin a lo lejos, parecía estar entablando una conversación sería con su oyente y por lo mismo no me acerqué, pasadas cerca de una hora y media se llamó la atención a todos los presentes, el director iba a ofrecer unas palabras. Habló de la trayectoria del profesor y de todas las aportaciones que había generado a la ciencia y a la investigación, al parecer era un hombre aún más dotado en intelecto de lo que imaginé, incluso escribió varios libros, yo podía jactarme de sólo un par. Mientras el director  hablaba pude escuchar que no todos los presentes permanecían en silencio, quise acercarme a hacerles la observación cuando escuche algo que capto mi atención. Al parecer un grupo de jóvenes estudiantes hablaban muy en secreto sobre algo ocurrido en el edificio Wilkins la noche anterior al fallecimiento del maestro. A mí no se me dieron pormenores de lo sucedido, sólo deduje que había fallecido por su avanzada edad, pero por lo que escuché, el señor había estado trabajando hasta el último día de su muerte y nadie presenció ninguna conducta que denotara molestias físicas o enfermedad. Uno de los jóvenes mencionó que el día del velorio el ataúd permaneció cerrado todo el tiempo, y muchos incluso se aventuraron a decir que no era el cuerpo del maestro el que estaba ahí presente. Todo me pareció muy extraño pero no pregunté, me limité a tratar de seguir escuchando sus comentarios, hasta que un hombre de mediana edad y apariencia algo descuidada, en comparación con los demás invitados, me abordó de una forma algo brusca.


Usted es el nuevo maestro de matemáticas.


Más que una pregunta parecía una afirmación, asentí y aunque no lo conocía ni lo había visto, pronto comenzó a relatarme una serie de cosas. Habló del anterior maestro y de sus muchas virtudes y de cómo se había ganado el cariño de todos sus conocidos mediante su modestia e intelecto. Me dijo que no tenía esposa ni hijos y que a pesar de su buena fe no se le conocían muchos amigos cercanos, ni solía llevar visita a su casa.


¿Está hospedándose en ella verdad?


Su tono de voz cambió un poco cuando realizó está pregunta, asentí igualmente y el hombre se me acercó, casi como si fuera a decirme un secreto.


Y entonces ¿es cierto lo que dicen?


Me desconcerté un poco y antes de que pudiera contestar algo el director nos interrumpió.


Veo que ha conocido al señor Otter. Es un miembro distinguido del consejo. Si me permite señor Otter quisiera entablar con el joven profesor unas palabras.


El señor Otter se retiró, pero no me quitó la mirada de encima hasta que lo vi desaparecer entre la gente. Sus palabras no me asustaron pero cada vez más me embargaba la curiosidad de saber que había pasado exactamente con el profesor Beynon, era muy extraño que algo tan banal se mantuviera tan en secreto y que un hombre mayor que al parecer no se involucraba con nadie generara tantos comentarios intrigantes por parte de los alumnos.


El director me habló de muchas cosas, de la historia de la Universidad, de la vida estudiantil, de las otras facultades. Incluso me presentó a otros maestros nuevos y me ofreció pasar a su casa en cualquier día próximo para conversar, al parecer el hombre era un ávido hablante de español.


Pocas personas tienen los conocimientos que usted tiene, no podíamos haber escogido a alguien mejor como reemplazo.


Le agradecí por su reconocimiento. La noche transcurrió con más calma y antes de la medianoche yo ya estaba de vuelta en la casa del profesor Beynon.


El mayordomo, al escuchar el carro, estaba esperándome en la puerta, me había acostumbrado ya a sus maneras frías y a su nula conversación. Pagué al cochero, saludé al mayordomo y entré. Ya había cenado en la universidad por lo que le dije que no hacía falta que pusiera la mesa. El asintió, me dirigí a mi habitación y dispuse todo para el día siguiente. Iba a ser la una de la madrugada cuando decidí acostarme. Apagué las luces y me fui a la cama, dormí plenamente, hasta las 3 de la mañana. Ésta vez lo que me despertó no fue el frío sino un ruido, a menos de que lo haya soñado, que también es una posibilidad. Creo recordar un ruido fuerte, como si una puerta se hubiera cerrado repentinamente por el viento. Me dirigí a la lámpara ya conocida, la encendí y me acerqué a la puerta. Hacia viento entonces se escuchaban varios ruidos a lo lejos y un silbido producto de la entrada del aire por el resquicio de alguna puerta o ventana. Entonces lo escuche otra vez, ahora más fuerte. Sin pensarlo mucho abrí la puerta, decidido de encontrar a otro posible huésped del que no se me hubiera informado, la casa era bastante grande y estoy seguro de que podría haber más personas sin que se toparan necesariamente. Recorrí todo el pasillo que conducía a la estancia principal de la planta alta, las sombras de las ramas de los árboles movidas por el viento se proyectaban sobre el papel tapiz de vivos colores que cubría las paredes de toda la casa. Me desconcertaba un poco tan brusco movimiento en la quietud de la noche. Llegué a la estancia sin ver a nadie y me aventuré por otro pasillo, pronto llegué a más habitaciones, todas cerradas por fuera, la verdad nunca había tenido tiempo de pedir las llaves al mayordomo o de si quiera interesarme por ver todo el lugar, pero por alguna razón, aquel ruido en medio de la noche, junto con las conversaciones que había presenciado? en la Universidad me había puesto bastante nervioso y esperaba descubrir algo. Llegué a una segunda estancia, más pequeña que conducía a otros dos pasillos, tome el de la izquierda y pronto me encontré frente a unas escaleras. La luz no alcanzaba a iluminar nada de ese lugar, sólo mi lámpara me auxiliaba para no caerme pues decidí subirlas, llegué, como esperaba a una puerta, tire de la manivela y esta se abrió con un sonido metálico.


No tengo palabras para describir lo que presencié a continuación pero trataré de explicarlo. Lo primero que mi lámpara alumbró fueron varias bolsas, muy grandes, colgadas de una estructura metálica en el techo, no las abrí pero el olor que inundaba el cuarto me sugería que se trataba de materia en descomposición, más al fondo del cuarto había un gran escritorio y a un costado se apilaban unas cajas con muestras en tubos de ensayo. Del otro lado del cuarto había un baúl muy grande y sobre el una estantería con muchos papeles manuscritos. Lo siguiente que supe fue que mis pies pisaron en falso y caí al suelo, con todo y la lámpara, luego vino más oscuridad, la lámpara se había roto, antes de poder incorporarme escuche pasos en la escalera, fuertes y decididos, alguien se dirigía hacia mí.


Desperté a las 8 de la mañana, cuando abrí los ojos la luz penetró tan fuertemente en mi que no pude mantenerlos abiertos por mucho tiempo. La cabeza me punzaba horriblemente y para mi sorpresa, vi al mayordomo frente a mí y por primera vez escuche su voz.


Sufrió de fiebre durante toda la noche, ya hablé a la Universidad para avisar de su ausencia hasta que se recupere.


No sentía fiebre, sólo el terrible dolor de la cabeza y recuerdos vagos de la noche anterior. Estaba demasiado aturdido como para creer lo que había visto y no me arriesgue a contarle al mayordomo. Asentí con la cabeza y agradecí, y éste salió de la habitación. Cuando me encontré sólo me levante de la cama, traía puesta la ropa de dormir aún, entonces me di una ducha y me cambié, estaba arreglando mis cosas pues pretendía asistir a clases, tal vez había perdido la primera pero tenía varios grupos. Entonces algo llamó mi atención, había doblado mi ropa de dormir y la había puesto sobre el diván que estaba frente a la cama, y pude observar una pequeña mancha en el montón, lo distendí y descubrí que el pantalón tenía una mancha que parecía sangre en todo el borde de abajo. Busqué rápido los zapatos que traía la noche anterior y no pude encontrarlos por ningún lado. Pensé en llamar al mayordomo pero decidí no hacerlo, algo no me gustaba de esta situación ni de la actitud de éste.


Tenía aún cerca de tres horas antes de tener que partir a mi segunda clase así que baje a comer, la mesa ya estaba puesta y la comida servida, una vez más sin rastro de ninguna o ningún cocinero. Comí en silencio y luego deambule un poco por el vestíbulo y la biblioteca, que estaba en la planta baja, al fondo a la derecha, revisé una vez más su amplio catálogo? Y luego decidí entrar al despacho? Lo que nunca había hecho anteriormente. Me embargó un sentimiento de melancolía al ver las cosas del profesor, todo estaba dispuesto como si él siguiera aún con vida, incluso había tintero y plumilla sobre el escritorio, como si fuera a llegar a ponerse a escribir. Llamó mi atención que no habpía una sóla fotografía en toda la casa, me costaba imaginar a mi difunto anfitrión. A un lado del escritorio había unos sillones grandes, tapizados en verde, no tan modernos como la usanza de ese tiempo. Sobre ellos estaban dispuestas varias cajas de cartón, unas sobre otras, me acerqué a ver lo que contenían, en general eran libros y documentos, supongo que al no tener familia, todo lo que le pertenecía fue enviado a su casa y no fue movido por nadie. Entre los muchos papeles que había en las cajas estaba el acta de defunción, inmediatamente recordé lo que los estudiantes comentaban el día anterior. Entre los papeles se leía la descripción de las circunstancias del deceso. Efectivamente el hombre había muerto, y se había encontrado su cuerpo, se mencionaban causas naturales. Murió en el edificio Wilkins a medianoche, tal vez estaba arreglando algo relacionado con sus clases. Seguí leyendo muy por encima el documento y todo parecía completamente normal pero luego hubo algo que no entendí completamente.


“Cuerpo incompleto”


Seguí leyendo, ahora con más detenimiento, no se mostraban fotografías. El cuerpo fue encontrado sin el rostro, fue desprendido y no sé llega a una conclusión de la razón o el procedimiento usado. Sin embargo, se sabe que el profesor ya estaba muerto cuando esto sucedió. Terminé de leer todo el documento y lo dejé donde estaba. Habían pasado tres días desde mi llegada y habían sucedido demasiadas cosas, recordé mi sueño, o lo acontecido la noche anterior y un escalofrío recorrió mi columna. Sin pensarlo mucho subí a mi cuarto, no encontré al mayordomo por ningún lado así que emprendí camino hacia aquella tenebrosa habitación, cruce el pasillo y llegué al vestíbulo, pero no podía recordar que camino había tomado, al azar entre por otro pasillo buscando el camino que me llevara a las escaleras, pero lo que conseguí fue llegar a una habitación más grande, era la habitación principal, al parecer no me habían dado a mi más que una de huéspedes, estaba abierta así que entre, para entrar era necesario bajar un par de escalones, era bastante amplia, casi el triple que la mía, tenía una cama y una pequeña sala, y un cuarto que debía ser el baño y otro el vestidor. Todo era bastante sombrío, un gran candelabro de cristal colgaba del techo pero no estaba encendido. Recorrí la habitación con la mirada varias veces, estaba completamente en silencio, un silencio ensordecedor, me acerqué a la cama y hurgué entre los libros que había en el buró de al lado.  Eran libros de ocultismo y magia, los hojee varias veces y pude encontrar varias prácticas que yo ya conocía, me recordaron a mi cercana juventud en la que me apasionaba por los temas esotéricos, incluso llegué a escribir un compendio de simbología esotérica. Muchos de esos símbolos estaban en esos libros, seguí hurgando hasta que lo vi, ahí estaba mi libro, tenía yo apenas 19 años cuando lo publiqué, en español, la verdad desconocía el alcance que tuvo, no mucha gente se interesa por libros de esa índole. Estaba enfrascado en estos pensamientos y no sé cuánto tiempo duré a un costado de la cama. Entonces escuché mi nombre, por un momento pensé que lo había imaginado, pero volvió a suceder, era una voz de mujer y provenía de uno de los dos cuartos que estaban al fondo. Dude un momento, no tenía nadie por qué estarme llamando desde el baño de esa habitación, ni si quiera creo que yo debería estar en esa habitación. Dejé los libros sobre el buró y sin dejar de voltear hacia el lugar de donde provenía la voz me retire subiendo los des escalones y cerrando la puerta tras de mí. ¿Quién me llamaba? ¿Por qué sabía mi nombre? Y sobre todo ¿Qué hacía una mujer ahí? Regrese por donde vine y llegué a mi habitación. Tenía miedo y desconfianza lo acepto y a pesar de que quería seguir buscando aquella habitación soñada decidí que lo mejor era llegar a la facultad. 


Me fui en coche y al llegar di las clases que tenía previstas para ese día, se dieron las siete y ya era hora de volver. Pero decidí quedarme e inspeccionar, fui a la biblioteca y al edificio, busque indicios del antiguo profesor, tuve que hacerlo casi a hurtadillas, escondiéndome del director y de la vista de cualquier alumno. Acudí a su antigua oficina, aún desocupada, pero no quedaba ninguna señal de él. Regresé a la biblioteca y lo único que se me ocurrió buscar fue libros de ciencias ocultas, no se encontraba ninguno relacionado, o al menos yo no lo encontré. Ya era tarde y había muy poca gente en el edificio.  Me quedé buscando, estantería tras estantería, algo que me pudiera decir más sobre aquel enigmático profesor, pero nada, ni si quiera sus publicaciones, como si nunca hubiera existido. Preso de la decepción me quedé quieto unos momentos, ya estaba cansado, entonces escuche como se aproximaba alguien hasta la estantería donde yo estaba, fije la mirada en el final del pasillo esperando ver a esa persona pero lo único que apareció fue un carrito de libros, de los que se usan para recolectarlos y reacomodarlos, no podía ver quién lo había empujado, sólo vi el carrito y mientras así me mantenía observándolo vi como cayeron los libros que contenía uno por uno hacia el piso. Cuando dejaron de caer me acerqué, tome el que estaba más próximo a mí y lo abrí así como había caído. Lo primero que vi fue una foto de una mujer Rosalind Holmes Beynon se leía al pie de la imagen. Blanca, de cabello largo y oscuro, con una mirada aguzada. La observé por unos instantes antes de seguir hojeando el libro, era sobre brujería, ella, al parecer, una bruja. Desconocía que se tuvieran este tipo de libros en la facultad, lo cerré y lo regresé al carrito. Estaba decidido a averiguar la relación entre todas estas situaciones, y lo más pronto posible dejar aquella casa. Tome el coche y pretendía descubrirlo, por la madrugada, a las tres.


Todo sucedió con normalidad, tomé la cena, di las buenas noches al mayordomo y me fui a mi cuarto, traté de dormir un poco pero no logré hacerlo. De pronto faltaban ya solo cuarto para las tres de la madrugada y cuando se dio la hora en punto me levanté, sin hacer mucho ruido, y tome una lámpara. Ésta noche no era particular, ni truenos, ni lluvia, ni viento. Caminé por el primer pasillo, luego por el segundo esperando haber acertado y sí, tomando el camino de la izquierda llegué a las escaleras.




Subí alumbrando mi camino con la lámpara y llegué a la puerta, estaba abierta así que entré. De nuevo encontré las bolsas putrefactas, no pude contar cuantas eran, ahora me dediqué a buscar en la estantería de la izquierda algún indicio de lo sucedido en ese lugar y de aquella mujer. A pesar de mis intentos no lograba leer con rapidez lo que decían aquellos manuscritos, al parecer se trataba de una bitácora donde se detallaban rituales y hechizos, tal vez sacrificios. En esto me encontraba cuando escuché un rechinido, la puerta se había cerrado, la oscuridad me embargaba aún más, lo que hacía que la luz de mi lámpara se hiciera más nítida. Ahora veía más claramente, pero no alcanzaba a ver más allá de lo que estuviera inmediatamente próximo a mí. Algo rosó mi nuca y me dí la vuelta con un movimiento brusco, esto hizo que la llama de mi lámpara menguara? Lo volví a sentir. La oscuridad me absorbía, no podía pensar bien, comencé a manotear? hacia enfrente buscando la puerta, no lograba dar con ella, sólo golpeaba las bolsas que hacían un ruido muy desagradable al rechinar sus ganchos de fierro. Estaba dando vueltas en círculos, sin poder encontrar la salida, probablemente fue el miedo lo que me hizo comportarme tan torpemente. Pasaron sólo un par de minutos cuando comencé a sentir su presencia, era una sensación de pesadez en el aire, un olor húmedo, casi sofocante, no podía ver nada pero no me hacía falta, sabía que estaba ahí, esperándome. Alcé la lámpara y pude ver, de reojo, su horrible rostro, mirándome fijamente, burlonamente. No pude moverme, así me quedé por varios segundos y cómo me resultó insoportable tal avistamiento apagué la lámpara, sin voltear, sin si quiera pestañear. Entonces en medio de la oscuridad sentí el contacto de una mano fría, y pesada sobre mi brazo, se aproximaba hacía mí, temí lo peor, lo inminente, y como un milagro del cielo de pronto escuché aquel silbido del viento un poco a mi izquierda, brinque de un salto y me estampé con la puerta, la abrí y de un solo movimiento ya había casi descendido. Corrí sin mirar atrás, aun sintiendo esos pesados dedos apretar mi brazo, corrí pasillo tras pasillo, perdido, regresando a donde mismo hasta encontrar la escalera, corrí por la puerta y por la arboleda, que nunca antes había explorado, y cuando apenas empezaba a salir el sol? Llegué a la universidad, esperé un coche y me fui a la estación, luego en barco y en tren a mi España natal, sin voltear atrás, sin pensar ni tratar de comprender, pero con esa fría sensación encajada en mi brazo que aún hoy, casi 40 años después, no he podido olvidar. 

martes, 27 de octubre de 2015

TRABAJO EN LA FERIA DEL LIBRO

26/10/15

La Feria del Libro es un evento anual realizado en varias ciudades del país, recorriendo todo el territorio. Sus objetivos principales son los siguientes.


1.-Presentar exhibiciones bibliográficas
2.Dar a conocer a prestigiosas editoriales
3.Difundir el fomento del libro y la lectura
4.Sensibilizar sobre el derecho de autor y la propiedad intelectual
5.Distribuir el conocimiento
6.Fomentar la cultura
7.Desarrollar actividades académicas y artísticas
8.Fomentar el gusto por la lectura
9.Promoción de los sellos de editoriales universitario

Cómo ejercicio en la clase de Taller de Análisis y Creación I se me encargó registrar información concerniente a este evento, estos fueron mis resultados:
































La Feria del Libro contó con al rededor de 40 grupos editoriales entre los que destacan el Fondo de Cultura Económica, Editorial Océano, Siglo XXI Editores, Libros UNAM, Algarabía, Penguin Random House, Tomo Editorial, entre otros. Las editoriales locales, aunque no fueron muchas, no se quedaron atrás en cuanto a contenido, entre las más destacadas está la de la UACJ que contaba con muy buenos títulos y precios bastante accesibles, había otras cuatro o cinco, unas apeas en proceso de cosolidación. Siguiendo con los precios encontramos algunos libros bastante caros, pero precios justos, y en otros casos como la ya mencionada UACJ había hasta descuentos.

Las editoriales en ocasiones dividían por género o se especializaban en alguno, había unas de puros libros infantiles, otras con mucha variedad de géneros entre los que destacan la literatura, los textos de distintas disciplinas como derecho, etc, libros de superación, libros de arte, antologías, poemas, religión, filosofía, ciencia, tecnología, etc., incluso había manuales para aprender a cocinar, tejer o pintar. En general creo que la Feria está capacitada para atraer a todo tipo de público y aún más por los eventos y talleres que se imparten que fomentan la visita de escuelas para escuchar las distintas conferencias, todo se veía bastante organizado.

En relación a la ubicación del evento, en mi opinión, y tal vez porque vivo muy cerca, creo que es favorable que esté en un lugar tan transitado como lo es un centro comercial, sobre todo porque así es más posible que vaya gente aunque sea por curiosidad y sobre todo porque probablemente la gente va a los centros comerciales con la intención de comprar algo y qué mejor que sea un libro. El lugar, por otra parte, se veía bien organizado y limpio, se podía transitar con facilidad (a excepción de unas partes donde se aglomeraba de estudiantes), lo único que considero no tan pertinente es que se vendiera comida dentro pues creo que así sería muy fácil que algunos libros resultaran dañados por algún accidente.

Como conclusión considero que es genial que se sigan organizando estos eventos en la ciudad, creo que de verdad fomentan la lectura en la gente, se ve casi siempre lleno y se corre la voz. En mi escuela he comentado sobre la feria y la mayoría de la gente se muestra muy entusiasmada, no sólo por los libros sino porque fomenta la cultura en general y sirve como promoción de proyectos locales con bastante potencial. Definitivamente yo seguiré ahorrando cada año para visitar la Feria del Libro, los mejores libros que he adquirido los he comprado ahí.

ENCUESTA


Edad:
  Entrevisté a gente de entre 20 y 67 años
• ¿Le parece adecuada la ubicación de la Feria del Libro?
  SI   10/10    NO  0/10
• ¿Le parecen accesibles los costos de los libros? 
  SI   6/10      NO  4/10
• ¿Le parece que la feria tiene una gran variedad de editoriales?
  SI  8/10      NO  2/10
• ¿Conoce lo relativo a los derechos de autor y la propiedad intelectual?   
  SI  9/10      NO  1/10
• ¿Le parece interesante el programa que maneja la Feria del libro?
  SI  10/10    NO  0/10
• ¿Compró un libro?
  SI  6/10      NO  4/10
• ¿Encontró lo que buscaba en libros?
  SI  5/10      NO  5/10
• ¿Conoció autores o libros interesantes y novedosos?  
  SI  7/10     NO  3/10
• ¿Asiste a la Feria cada año?  
  
SI  8/10     NO  2/10
• ¿Considera importante la Feria del Libro?
  
SI  10/10   NO  0/10
• ¿Asistió a alguna presentación, conferencia o taller?    SI  3/10     NO  7/10
• ¿Buscaba algún libro en particular? 
  
SI 7/10      NO  3/10




martes, 20 de octubre de 2015

ENSAYO: Entrega

La Arquitectura de los Centros Históricos: Análisis sobre los Centros de la frontera Juárez/El Paso



Imagen 1: Hotel Continental en el Centro de Ciudad Juárez (2014)


“Una buena arquitectura es un vehículo fantástico
 para lograr los objetivos inherentes a la condición humana”.
Troy Ainsworth, Historiador de Arquitectura de El Paso. 

Si se quisiera revitalizar el centro histórico de Ciudad Juárez, y vaya que se ha intentado y se sigue intentando, ¿qué aspectos son los que hay que tomar en cuenta? ¿qué papel juega la arquitectura del Centro en la vida de los ciudadanos y qué importancia tiene ya sea histórica o simbólica? Estas son las cuestiones que intentaré esclarecer con el desarrollo del presente texto, haciendo hincapié en que el Centro de Cd. Juárez no se puede abordar de la misma forma que cualquier otro Centro de la República y más bien lo intentaré comparar con el de El Paso Texas viendo las desventajas y ventajas, así como las diferencias y similitudes que significa para nosotros ser una frontera.

El concepto de Centro Histórico viene de Europa pero se ha desarrollado de forma diferente en cada lugar. No es lo mismo hablar de Centros Históricos que de Centros Urbanos ni se refiere necesariamente al centro de la ciudad. De acuerdo al vocabulario de Centros Históricos, texto de Vicente Medel M., el Centro Histórico está conformado por monumentos, edificios e inmuebles relevantes considerados Patrimonio Histórico, a sí mismo, en México éstos centros se conforman principalmente por las dependencias e instituciones más emblemáticas o aquellas de carácter público como las bibliotecas, los museos, las iglesias, etc.  Muchas veces, este patrimonio llega a ser considerado Patrimonio de la Humanidad. Por otro lado, y de acuerdo a la misma fuente, los centros urbanos se refieren más a las zonas donde se asientan las instituciones de gobierno y los servicios públicos. En el caso al que yo me refiero en lo particular, es decir, Cd. Juárez, el Centro Histórico coincide con el Centro Urbano por definición y una de sus características comunes que lo singularizan es el hecho de que todas las rutas de transporte convergen en esa zona.


       La constitución de los Centros Históricos viene de los asentamientos más primitivos que iniciaban siguiendo una pauta desde sus primeros ejemplos pudiendo mencionar el ágora de los griegos, centro de reunión y de comercio, próximo al Templo en el que se adoraba a la diosa Atenea, entre otros. Se establecen los edificios en los derredores de una plaza principal. Las instituciones que lo ocupan se organizan armónicamente de manera que el tipo de relaciones sociales a las que cada una obedece queden también organizadas, buscando así satisfacer las necesidades básicas de los pobladores no sólo del Centro sino de toda la ciudad. Por ésta razón se considera que debe de ser el “centro” para que todos los puntos tengan fácil acceso a los servicios públicos que ahí se ofrecen.  Muchas veces el surgimiento de una ciudad y el emplazamiento de su centro se deben a una ideología o a un deseo más bien simbólico de los fundadores, es decir no obedecen únicamente a la necesidad de asentamiento (Raúl Delgado, 2015). Por otro lado, en ocasiones no se planea sino que simplemente se va originando un crecimiento de la población alrededor de áreas con características favorables, normalmente los primeros pobladores de las futuras ciudades se establecían en torno a zonas con fácil acceso al agua. En Cd. Juárez, la circunstancia determinante fue la construcción de una misión, en la época de las evangelizaciones indígenas en México, por parte de Fray García de San Francisco, justo después de la construcción de San Antonio de Senecú en 19301. Se le llamó la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos de Paso del Norte y a partir de su fundación se considera también la fundación de la ciudad, en el 8 de diciembre de 1659. El nombre de Paso del Norte lo obtiene del lugar donde fue establecida, que se le conocía como Paso del Río del Norte por ser el lugar por el cuál los expedicionarios, que iban en busca de riquezas,  dirigidos por Juan de Oñate, cruzaban el “Río del Norte” ahora conocido como Río Bravo2. Alrededor de ésta misión se irían estableciendo los pobladores, la historiadora Guadalupe Santiago Quijada habla de cómo Cd. Juárez surgió a partir de la expansión de las tierras entorno a una iglesia y observa que no ocurre de la misma manera del otro lado del Río, donde se da el crecimiento en torno a una terraza comercial, y esto es mucho después del surgimiento de nuestra ciudad, y por lo tanto del establecimiento de la frontera, hasta el año 1848. Santiago Quijada observa, del mismo modo, que cuando se dio esta división territorial se partió el patrimonio quedando del otro lado muchas misiones pertenecientes a nuestra cultura y nuestra historia, como es el caso de la Misión de Isleta, la de San Elisario, la de Senecú, entre otras, cuya función sería, aparte de la religiosa, consolidar los asentamientos humanos3 que se fueron creando. Es interesante notar como desde los inicios de las ciudades ya se podían percibir las diferencias en el pensar de cada cultura, en el caso de nuestra localidad, Cd. Juárez, no se realizó una planeación de la ciudad propiamente, sino que, una vez que los sitios estuvieran ya asentados, se creó un mapa con éstos lugares y no tendríamos un documento de planeación hasta finales del siglo XX. Por otra parte, en El Paso, encontramos un documento de planeación de finales del siglo XIX, (Santiago Quijada, 2015). Esto denota que no siempre se planea antes de empezar a construir sino que más bien se registra lo ya construido, ya cuando no se puede hacer mucho para cambiarlo, o ya cuando se ha cometido el “error” de planificación.


       El territorio del centro de Cd. Juárez forma un polígono cuyas delimitaciones son variables. Los habitantes son los que establecen los límites (Salvador Salazar Gutiérrez, 2008), en épocas anteriores por los emplazamientos que buscaban estar cerca de sus áreas de producción y en la actualidad por el contenido simbólico que le confieren a determinados lugares4.


       A diferencia de países europeos, en los centros de las ciudades latinoamericanas se aglomeran más las clases sociales pobres (Fernando Carrión, 2014), lo cual se explica tal vez por el costo tan reducido de suelos que aunque es un asunto relativo y que varía dependiendo del tiempo y el espacio específico, si ha sido un factor importante en la habitación y deshabitación del centro y lo ha convertido, de un lugar de encuentro, de desarrollo y convivencia público, a un mero lugar de tránsito por el que “hay que pasar” para llegar a nuestros destinos. El centro de la ciudad es el lugar con más peatones y la mayor congestión vehicular de toda la ciudad5. La gente ya no se detiene pues no hay “mucho que ver” ni mucho que hacer. Esto último ha sido el objetivo de las autoridades municipales, crear nuevas formas de interacción en el centro y fomentar la convivencia para reactivar la actividad en el centro, sin embargo, esto resulta casi imposible si no se atiende primero lo primero. El espacio es el medio en el cual se desarrollan los relatos que finalmente dan significado y construyen la historia de cada lugar, no se puede tener uno sin lo otro, o no de la mejor forma. Sin el espacio siempre va a faltar esa contextualidad que es muy bien representada por la arquitectura.


       De acuerdo con la maestra Patricia Barrosa Arias de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, la contextualidad […] se entiende como la relación de la arquitectura con el entorno físico inmediato, donde el contacto del hombre con su medio natural genera la capacidad de articular los elementos arquitectónicos en conjunto para darse una relación hombre-arquitectura lugar […] Es el marco artificial donde se inserta la obra6.



       Ahora bien, si tratamos de entender los quehaceres arquitectónicos que se han venido dando en Cd. Juárez desde sus inicios hasta la actualidad hemos de ahondar en las construcciones más antiguas para describir los estilos y especular su razón de ser.  Esto tiene que ver con que a lo largo de la historia de Cd. Juárez se ha pasado por diferentes actividades económicas. En sus inicios en tiempos de la Misión, la actividad preponderante era la agricultura, después se inició en el comercio, luego el turismo, fomentado por el tránsito de los soldados de Fort Bliss quienes visitaban principalmente las casas de juego, restaurantes, bares y burdeles que en algún momento fueron los principales contribuyentes a la economía del municipio; esto forma una parte muy importante en la historia de la Ciudad y a construido muchos de sus relatos más significativos, tiempo después, ya entrada la década de los 60's y 70’s la economía predominante pasaría a manos de la industria maquiladora. A partir de aquí se irán desarrollando una serie de procesos de modernización que culminarían con las  nuevas políticas de manejo de este acervo histórico que se fue conformando a lo largo de los más de cuatrocientos años de la fundación de la ciudad.


       

       Un medio que nos sirve para entender la arquitectura en Ciudad Juárez y su evolución es el cartel realizado por el arquitecto Sergio Chávez de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) que fue realizado como conmemoración de los 400 años de la ciudad y pegado en las diferentes instituciones gubernamentales además de los centros comerciales, entre otros lugares. Se trata de una especie de collage que presenta los edificios que se podrían considerar los más emblemáticos o representativos en cuanto a desarrollo arquitectónico. En primer plano tenemos la Misión de Guadalupe que fue construida en adobe en 1659 como se mencionó anteriormente, después encontramos la Ex Aduana, que data de 1889, edificio de la época porfirista que se edificó a raíz de la construcción del tren que conectaba un país con otro. Éste edificio es uno de los pocos ejemplares construidos al estilo Victoriano en Cd. Juárez y fue escenario del primer encuentro entre presidentes de ambos lados de la frontera: Porfirio Díaz y William H. Taft7. Justo al lado del edificio de la Ex Aduana se encuentra la casa de quien sería el el administrador de la aduana, del mismo estilo arquitectónico. Siguiendo con las acuarelas del cartel, se encuentra la Antigua Presidencia, edificio ubicado justó atrás de la Catedral de Guadalupe, en la calle mariscal. Éste edificio no se construyó para estos fines inicialmente, se habla de que fue erigido como casa Consistorial y funcionó como presidio militar en tiempos de la Santa Inquisición8. Cerca de los años 40’s atravesó severas remodelaciones, el arquitecto Chávez menciona una característica interesante, se le aplicó un recubrimiento en la fachada de tezontle9 sobre los muros originalmente de adobe10, para esto se inspiraron en elementos arquitectónicos mexicanos del siglo XVII y XVIII de la llamada Escuela Neocolonial11.Siguiendo con el cartel, en medio de estas dos últimas construcciones se emarca la acuarela del Arq. Chávez del Monumento a Benito Juárez, considerado el monumento más importante de la ciudad según un folleto de turismo juarense de una organización del El Paso publicada en la conmemoración de los 400 años. De acuerdo a la misma publicación, en 1909 el mismo Porfirio Díaz vino a la ciudad a poner la primera piedra de dicho monumento, está construido con mármol (mármol de carrara en las estatuas). Debajo de estas pinturas se encuentran finalmente dos edificios, en la esquina inferior izquierda está el INBA, obra de Pedro Ramírez Vázquez inaugurada en 1964 y por último, a su lado, una pintura de una edificación completamente moderna que remonta ya a la época del auge maquilador.
       

       Esta es una recopilación de los emplazamientos simbólicos de la ciudad, aunque excluye muchos y no porque sean menos importantes. Por ejemplo, muy conocidos son el Edificio Sauer y el Edificio San Luis (erróneamente denominado como Botica La Palma) que se encuentran uno frente al otro en la 16 de Septiembre y Juárez. Estos edificios también encierran historias muy particulares pues son muy viejos. En un recorrido hecho por el centro con la finalidad de conocer más las dinámicas sociales que se presentan en el centro tuve la suerte de encontrar al dueño del Edificio San Luis, además de adentrarme al Sauer, que en éstos últimos días particularmente está sufriendo severas transformaciones en su fachada. Platicando con el Sr. Eduardo entendí mucho sobre estos espacios de antaño y sobre su funcionamiento. En éste caso, por ejemplo, el Edificio San Luis que data de alrededor de 1840, es decir, contemporáneo del MUREF (Edificio de la Ex-Aduana) no pertenece al municipio, es totalmente del Sr. Eduardoy lo heredó de su padre, proveniente de San Luis Potosí, quien compró el edificio en 1940 a un español, el Sr. Madrid y lo convirtió en casa de cambio y bar, el legendario Club San Luis. Actualmente el edificio San Luis es una casa de cambio y además se divide en otros dos o tres locales extendiéndose por la Av. Juárez hasta el Bancomer. El dueño, quien hace hincapié en que el edificio está registrado como perteneciente a la Inmobiliaria Alonso S.A., de su misma posesión, permanece normalmente en la casa de cambio y es ahí donde lo encontramos y nos mostró fotos de cómo había sido ese edificio en sus inicios. Anteriormente a la compra del mismo contaba, con una arquitectura diferente, de estilo islámico, en ese entonces el edificio albergaba al Hotel Porfirio Díaz, pero de la arquitectura que presentaba en aquel tiempo, de tipo islámico, no queda nada, toda la fachada, incluidas cornisas, ventanas y puertas han sido modificadas, lo que se aprecia ahora es una construcción casi prismática sin ningún tipo de ornamento más que el característico avioncito que está colgando arriba de la entrada principal a la casa de cambio, réplica del St. Louise, el primero en volar transatlánticamente de América a Europa. El Sr. Eduardo afirma que prefiere el edificio como se encuentra actualmente aunque sí sueña con, algún día, volver a recuperar su estilo original, empresa que realizaría con su propio dinero, pues no espera nada de las autoridades, ni si quiera cree que puedan darle el permiso para realizar tal modificación.


       Es curioso entonces hablar de la relatividad histórica de los inmuebles pues muchos elementos se han ido perdiendo pero puede que estos cambios formen a su vez parte de lo que ahora se conoce como patrimonio. Por ejemplo la fachada del edificio San Luis, fue completamente modificada por sus dueños en su tiempo y si se vuelve a esa arquitectura perdida sería como desdeñar la apariencia actual que también tiene un significado simbólico, pues muchas personas se identifican con la fachada actual y con el avioncito. Sobre este tema la doctora Estela Meza Carpio habla de los falsos históricos y pone de ejemplo el centro de París, completamente modificado por Napoleón Bonaparte para instaurar un estilo neoclásico y permitiendo el olvido de la historia o “identidad”.


       Por otro lado, algo muy diferente sucede con el edificio Sauer o Casa Sauer, el dueño del edificio San Luis nos menciona cómo se fue vendiendo a cada locatario, permitiendo así modificaciones diferentes por parte de cada uno de acuerdo a sus exigencias. Sin embargo, existen políticas gubernamentales que sí buscan preservar la arquitectura de antaño pues aun cuando municipio no sea dueño de estos edificios si impiden sus modificaciones bruscas de la fachada. Éste edificio data de la década de 1920 y por lo tanto tiene un estilo francés muy decó, similar al Edificio Victoria. A pasado a ser varias cosas a lo largo de los años, inicialmente se encontraba ahí el mercado de vinos y licores y de exportaciones e importaciones pues su dueño George D. Sauer era un comerciante de estos bienes12.


       Enfrente de estos dos edificios emblemáticos y a un costado del MUREF se encuentra el Centro Joyero localizado en un edificio que alguna vez perteneció a Don Tomás Fernández, empresario juarense también dueño de la Coca-Cola local. Este edificio, aunque más moderno, forma parte de lo que se conoce como Centro Histórico de la ciudad y sobre todo de las calles principales como son la 16 de septiembre y Av. Juárez.


       Se perciben entonces una gran fusión de estilos y tendencias arquitectónicas traídas de varios lugares sin ser ninguna forma de arquitectura propia del lugar sino que más bien todas se adecúan al contexto. Si se tuviera que hablar de una arquitectura local tal vez tendríamos que referirnos a la construcción con adobe pero resulta curioso como estas construcciones son menospreciadas y no se toman en cuenta ni se incluyen en los planes de desarrollo que buscan preservar el patrimonio histórico. Al respecto de esto, Israel Gómez Mares, estudiante de la Licenciatura en Artes Visuales, habla de la consternación que siente con la demolición de la Casa de Adobe13 donde estuvo Francisco I. Madero, y opina que, aun cuando se construyó una réplica, preservar estas construcciones tan antiguas es primordial si se quiere mantener el archivo histórico que conforma el patrimonio de la Ciudad. A un acercamiento similar se llega si se aborda el caso de la demolición de la Plaza de Toros, que contaba con una mejor planeación que las mismas plazas españolas (Meza Carpio, 2015).


       El  Cetro de Ciudad Juárez posee esta pluralidad de estilos, materiales y espacios que conforman su historia, la cual inició como vimos, con el establecimiento de la Misión de Guadalupe. Ahora bien, ¿qué es lo que ocurre del otro lado de la frontera? Ciudad Juárez es una frontera, es decir, un lugar de tránsito, aquí llegan miles de extranjeros buscando oportunidades del otro lado y esto no es un tema nuevo. Por la importancia que hemos ido otorgando a lo extranjero ya sea por su “mejor calidad”, por encontrar mejores precios o por el sincero sentido de “malinchismo” que en muchos lados se ha fomentado, Cd. Juárez constituye más una “salida” que una “entrada”14. Después de la prohibición de los años 20’s y 30’s en donde los americanos venían a esta ciudad a entretenerse en los clubes y bares del centro de la ciudad, no les han quedado muchos motivos para cruzar la frontera más que para admirar la gran decadencia que aquí prevalece (hay un sinfín de fotógrafos extranjeros que han venido a Cd. Juárez en busca de documentar la situación de violencia en la que se ha estado viviendo desde hace ya bastante tiempo), y en ocasiones ni los mismos juarenses llegan al centro para permanecer en él sino que transitan hacia El Paso. Aun cuando esté poblado de tiendas y abunden los bajos precios, tiene mucho que ver el que haya distintas clases de compradores, dependiendo de su ingreso, y no todos se detienen a comprar aquí.  ¿Qué tenemos del otro lado, específicamente en El Paso? ¿En qué se diferencían las nuevas dinámicas de los espacios públicos15? Para establecer está comparación me referiré a una situación en particular partiendo de una investigación realizada en el 2007  por parte de la UACJ y publicada en el libro Relatos de la Memoria sobre los adultos mayores que visitan frecuentemente la cafetería de La Nueva Central. Yo por mi parte no me referiré a los adultos mayores sino al simple emplazamiento del lugar haciendo una comparación con su equivalente en El Paso, que sería La Cafetería Central. Ambos sitios son viejos aunque no contemporáneos, por ejemplo la Nueva Central, ubicada a unos cuantos metros de la Plaza de Armas, data del año 1958 y fue fundada por un inmigrante chino, desde entonces se ha convertido en un referente de centro y su contenido simbólico se ve reflejado en la gran y repetida concurrencia que siempre la habita, su arquitectura interior tiene detalles orientales fusionados con los mexicanos (como los mosaicos) y lo mismo se refleja en los platillos que sirve. El restaurante del Café Central, de El Paso es, mucho más viejo pues data de 1918 y tanto por sus precios como por su diseño, refleja bastante bien a qué público está dirigido por tanto uno la piensa dos veces antes de adentrarse a ese lugar, mirando sus bolsillos.


       El centro de Juárez (y actualmente Juárez en general) siempre se ha caracterizado por los lugares de entretenimiento como restaurantes, bares y centros nocturnos, pero ha habido una variación de acuerdo a la época en relación a su orientación: a veces lo que se ofrece va dirigido a los gustos de los paseños, y a veces a los gustos y posibilidades de los juarenses16 y esta diferencia de posibilidades y gustos son las que determinan una y otra dinámica de preservación, deterioro o auge en los espacios urbanos y arquitectónicos.


       Entre esta pluralidad de estilos y de edificaciones que mezcla historias diferentes y contenidos simbólicos diferentes de una forma muy particular, como es el caso del Cine Plaza, ubicado frente a la Plaza de Armas que presenta arquitectura estilo Art Decó y fachada de tezontle, muy mexicana,— nos encontramos ante la necesidad de definir lo que es el patrimonio arquitectónico y las implicaciones que tiene, así será más sencillo entender los vínculos que se pueden o no establecer entre los sujetos y su entorno. Por patrimonio entendemos, como ya se mencionó anteriormente.


       Sin embargo, al hablar de patrimonio arquitectónico no nos estamos refiriendo específicamente al espacio habitado o espacio público, uno existe independientemente del otro pero en ocasiones, y al igual que sucede con los conceptos de centros Históricos y Centros Urbanos, se mezclan y se relacionan tanto que es difícil separarlos.


       Ante éste panorama nos encontramos con diferentes interrogantes: ¿Qué es lo mejor para conservar la identidad del centro? ¿Se puede acaso hablar de una identidad? Si esta identidad se refleja en la arquitectura, sería lógico mantenerla como está, para que unificarla si la misma población no está unificada? Si se está descentralizando y creando estos mundos separados [Rivera Peña y Gómez Tuena, 2007]. Entonces únicamente por estética, para resultar agradable a la vista y destruir todas esas “guaridas de lobos”, tapias que hablaban de un pasado en el que la ciudad debía permanecer a la altura de los intereses del país vecino.
Hablar del centro de Juárez es hablar de la salida y del tránsito a Estados Unidos, de todos aquellos que buscan “mejores oportunidades” a costa de malos tratos. Aquí no se viene a ver lo que no hay.


       Nos hemos acostumbrado a respirar un ambiente de conformidad con la infraestructura básica, sacrificando lo más costoso [Rivera Peña y Gómez Tuena, 2007] y en ocasiones considerado innecesario o al menos no de primera necesidad, esto es muy apreciable en proyectos como el Infonavit. 


       Pareciera como si se estuviera excluyendo el elemento humano en la toma de decisiones sobre la planeación urbanística. Poner una banca en medio de un parque no va a crear un espacio público, afirma la doctora Estela Carpio, no se puede planear a ciegas como si no se conociera el panorama, pues esto consumaría en un sinfín de espacios inútiles y un gasto sin fundamento. Precisamente a esto obedece la premisa expuesta en el texto Reflexiones Sobre la Intervención Urbano Arquitectónica en el Centro Histórico de Cd. Juárez por Héctor Rivero Peña y Fausto Gómez Tuena sobre cómo hacer ciudad en donde se recalca que cuando se carece de una memoria histórica, se impone una a la fuerza, no siempre ligada al pasado del lugar sino más bien modos que se quieren imponer con fines generalmente comerciales.


       Sin caer en el pesimismo creo que el mejoramiento del Centro Histórico de la ciudad no incluye particularmente la preservación de muchos de sus edificios, los que he mencionado entre otros, sí creo que hay muchas iniciativas, sobre todo de particulares, por mantener la arquitectura que nos queda de tiempos pasados pero considero que, en una opinión muy personal, por el bien del desarrollo de la población es recomendable modernizar la ciudad como lo están haciendo. Anteriormente hubiera abogado por dejar todo lo antiguo, incluso si se encontrara en ruinas, con tal de que se mantuviera como relato de las muchas y muy bellas historias que narra la ciudad, sin embargo he entendido que el Centro de Juárez es un lugar principalmente de tránsito y por lo tanto la planeación debe obedecer a este fin para así facilitar las dinámicas que creo que ayudarán a la ciudad a funcionar de una mejor forma. Creo que es muy importante que se preserve en mayor medida lo que habla de la riqueza o importancia que alguna vez tuvo la ciudad pero en cierta forma este mensaje debe reinterpretarse tal vez con una mayor conciencia de los problemas y cambios que se están experimentando en la actualidad. Tal vez podría implementarse una labor como la realizada en Madrid, en donde las fachadas de las construcciones se conservaron mientras se modernizó el interior [Meza Carpio, 2015] permitiendo así la adecuación a las necesidades actuales. Sin embargo también esta situación puede desatar polémicas, siempre se deben resaltar los puntos en contra y a favor de cada decisión que se tome, es imposible llegar a un acuerdo completamente pero se puede ir decidiendo e incluso experimentando con formas de planear que vayan logrando cada vez mejor los objetivos de las personas que en común siempre se orientarán al bienestar social.


       La Arquitectura presente en Ciudad Juárez tiene bastante historia, y hay conciencia del valor de las varias manifestaciones artísticas encontradas aquí, no por nada el Monumento a Benito Juárez es considerado el segundo monumento más importante en su honor en todo el país. La gente va construyendo el valor de estos aspectos con el tiempo, entrelazando lo simbólico con lo histórico, adecuándose a las situaciones no tan favorables por las que desafortunadamente hemos tenido que pasar sobre todo en los últimos años, y obviamente las circunstancias irán dejando su huella en el entorno físico lo cuál más que quitar valor enriquece la historia y la lucha de los ciudadanos de imponerse ante la adversidad y seguir adelante porque finalmente son las personas quienes crean la ciudad, y sin las relaciones que aquí se dan no se puede hablar de ninguna identidad, por lo mismo esta no se puede limitar a referirse únicamente a determinado edificio que en su deterioro lucha por permanecer en pie. Nosotros somos los que delimitaremos las condiciones de cualquier proyecto futuro de construcción, a pesar de que en nuestras manos no esté la decisión o el cambio de visión para planear los espacios si somos responsables de la Historia que de aquí en adelante se narre.   



Imagen 2: Edificio Sauer




Imagen 3: Edificio Sauer




Imagen 4: Edificio Sauer




Imagen 5: Edificio Sauer




Imagen 6: Edificio San Luis




Imagen 7: Edificio San Luis 




Imagen 8: La Nueva Central




Imagen 9: La Nueva Central



Imagen 10: Centro de El Paso




Imagen 11: Cafe Central, El Paso





Imagen 12: Hotel Camino Real, El Paso




Imagen 13: Hotel Camino Real, El Paso





[Falta: Conclusión, edición, más fotos, bibliografía]


1Flores Simental, Raúl; Gutiérrez Roa, Efrén; et al. Crónica en el Desierto (Ciudad Juárez de 1659 a 1970). México: Quadra, 
2Santiago Quijada, Guadalupe. Políticas Federales e Intervención Empresarial en la Configuración Urbana de Ciudad Juárez, 1940-1992). México: UACJ/Colegio de Michoacán, 2013.
3Santiago Quijada, Guadalupe. Políticas Federales e Intervención Empresarial en la Configuración Urbana de Ciudad Juárez, 1940-1992). México: UACJ/Colegio de Michoacán, 2013.
4[…] el territorio como centralidad –entendido éste como espacio donde lo constitutivo de los límites es marcado por una apropiación de sentido y delimitación intersubjetiva; es decir, va más allá de la lógica físico-territorial--. Lo que quiero decir por representaciones territoriales, centra el enfoque en la significación, entendido como el proceso de simbolización o el conjunto de procedimientos mediante los cuales los sujetos dotan, intersubjetivamente, de sentido a la realidad. (Reguillo, 2005) […] Tomado de Relatos de la Memoria, del Centro a la Centralidad. (Meza Carpio [compiladora], 2010)
5Meza Carpio, Estela [compiladora]; et al. Relatos de la memoria, La Erosión del Centro Histórico en la ciudad fronteriza, (Breve historia del centro y su ciudad, 15-39). México: UACJ, 2010.
6Barroso Arias, Patricia. "El estudio de la contextualidad en el proyecto arquitectónico". El Estudio de la contextualidad en el proyecto, 2012.
7Dowtown Historic Walking Tour: Juárez (folleto)  
8IStaines Orozco, Elide R. Inventario de Monumentos Históricos y Edificios Relevantes de Ciudad Juárez: versión corregida. Cd. Juárez, Chih: UACJ, 2006
9Piedra volcánica usada en la construcción de muchos edificios en el centro de la República. Debido a su bajo peso funcionaba muy bien dadas las características del suelo de la Ciudad de México.
11Staines Orozco, Elide R. Inventario de Monumentos Históricos y Edificios Relevantes de Ciudad Juárez: versión corregida. Cd. Juárez, Chih: UACJ, 2006
12Dowtown Historic Walking Tour: Juárez (folleto) 
16Meza Carpio, Estela [compiladora]; et al. Relatos de la memoria, La Erosión del Centro Histórico en la ciudad fronteriza. México: UACJ, 2010.