lunes, 14 de septiembre de 2015

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Ejercicio de periódico


¿Cuáles son los periódicos más importantes desde lo local hasta lo internacional?

·         Noticias locales: El Norte, El Diario
·         Noticias Nacionales: El Diario, La Jornada, El Mexicano, El Universal
·         Noticias internacionales: The Times, El Diario, The Huffington post


1.- Identificar las noticias más relevantes del día, de la semana.

Juarenses dañan caballos del centro. 
Muerte de adolescente hallada en canal. 
Fallece hija de Pancho Villa. 
Policías obligan a dos arrestados a besarse. 
Papa agiliza proceso de anulación de matrimonio. 
Recibe Alemania a refugiados. 
Refugiados sirios y la muerte del niño Aylan.



2. Estudio de los elementos de un periódico:


  • ·         Análisis de la primera plana: es el escaparate del periódico. A qué se le da más importancia y por qué.

    A los encabezados grandes porque hablan de las noticias más relevantes o más llamativas del día que harán que el lector se interese en seguir leyendo. 
  • ·         Cabecera del periódico.- tienen la ventaja de que, al ser el gancho que incita a leer la noticia, son elementos o centros de interés para una búsqueda significativa de datos.: Cuáles son los datos que están junto a la cabecera del periódico.

    La fecha (día, mes y año), el clima, el lugar y las noticias más relevantes. El nombre del editor y los coeditores.

  • ·         Análisis de los grandes titulares. Número de columnas, tamaño de la letra. Lugar en el que se acomoda la información. Lleva o no imágenes, de qué manera aparecen. Observar el tratamiento que se ha dado a una misma noticia.

    Se organizan en cuadros o columnas con diseños diferentes.
  • ·         Secciones del periódico: cuáles son las diferencias entre las distintas secciones. Cuáles son los temas que se tratan en cada una de ellas. Cuáles son sus características.

    Cada sección se maneja por separado pero en la página inicial se resumen todas con las noticias más relevantes de cada una. Cada sección es sobre una categoría o área en específico (sociales, deportes, viajes, etc.) incluidas las secciones que dividen las noticias en local, nacional e internacional. El diseño de cada sección se asocia con los temas que trata respectivamente.



3. Seleccionar tres noticias (local, nacional e internacional)

Local: Antijuarenses dañan los Caballos del Centro

Nacional: Ballena azul se enreda en sedal de pesca

Internacional: 
Alumnos de kínder excavan zanja para ‘irse de pinta’ en Rusia.

4. Identificar los siguientes aspectos de las noticias:  ¿Qué ha pasado?

1. La gente no respeta las piezas de la exposición a pesar de los intentos de los vigilantes de poner orden. 
2. Una ballena se enredó en un sedal.
3. Niños de kínder se escapan para ir a comprar un automóvil. 

 ¿Quiénes son los protagonistas?

1. La gente inconsciente y los vigilantes
2. La ballena y los rescatistas
3. Los niños, la mujer que los encontró

¿Cuándo?

1. Ésta últimas semanas
2, Lunes 7 de septiembre
3. Martes 8 de septiembre


¿Dónde? 


1. En el centro  de Cd. Juárez.
2, Cerca de Los Ángeles
3.En Rusia

¿Cómo?

1. Se han subido a los caballos, los han graffiteado y se pasan de la línea marcada
2. Se enredó en un sedal
3. Excavaron un hoyo y salieron por ahí.

 ¿Por qué?

1. Porque carecen de valores y de educación
2. Porque quedó atrapada.
3. Por que querían comprar un carro último modelo. 



5. Historia:

Las pequeñas ballenas estaban impacientes en el kinder, ya casi era la hora de salida cuando una de ellas, Susy, tuvo una idea, desde siempre habían querido subirse a un automóvil, nadar se estaba volviendo aburrido. Susy convenció a sus amigas de que sería muy divertido si pudieran ir a la feria a buscar un bonito coche en el cual pasear saliendo de clases. Clara se emociono tanto que las alentó a no esperar más, salieron en cuclillas al jardin, cerca de la reja que daba hacia la calle, ahí estaba ese gran hueco que habían cavado para emergencias como esta, salieron una por una, primero Clara, luego Susy, y al final Martha, la que, al ser la más rellenita, se atoró en la reja y sus amigas tuvieron que ayudarla. Sin mucha dificultado consiguieron llegar a la feria, ahí había de todo, carros, caballos, motocicletas, trenes, además de los puestitos de comida. Martha quiso subirse a un caballo, Susy y clara ya iban hacia el automovil, pero, como sucede algunas veces que se hace lo que no se debe, justo cuando estaban por encenderlo vieron a la mamá de Luz, venía hacia ellas muy deprisa y no vaciló para bajarlas del coche, ninguna de las dos tenía edad para conducir, muy a regañadientes fueron a buscar a Martha, la encontraron en el suelo porque el pobre caballo no había soportado su peso, se fueron de ahí un poco avergonzadas por todo lo sucedido, camino a sus casas se apuraron a pensar en una buena excusa para contar a sus respectivas madres.



6..- Encontrar una noticia interesante en el periódico. Luego, escribir una versión del suceso desde el punto de vista de alguna de esas personas (en vez de la narración más impersonal que suelen tener las notas periodísticas). ¿Cómo experimentó un robo la víctima del mismo? ¿Qué pensaba una estrella que llegó al estreno de su película o después de pasar por tal escándalo? Casi con seguridad será necesario imaginar más de lo que la noticia dice: detalles de la acción, del lugar, de los pensamientos. Este es un paso importante, pues lleva a la creación de personajes.


Noticia:  "Se la juegan" peatones en la Gómez Morín

http://diario.mx/Local/2015-09-12_c533d71b/se-la-juegan-peatones-en-la-gomez-morin-/



"Aquí en la ciudad todo está mal hecho, hasta la gente, una ya no puede salir a la calle sin miedo a que ocurra lo peor", así se siente María Ruiz de 72 años cada vez que tiene que salir a su trabajo y cruzar la avenida. "Si no es por la violencia y la delincuencia es por los ineptos que no saben manejar,¿cuantas veces he estado al borde de la muerte ya?"

Al no contar con un carro qué manejar, María tiene que atenerse a caminar todos los días, todas las mañanas sale con su gorra y su paraguas, bien cubierta con bloqueador también, sus gafas de sol apenas y le impiden ver el tráfico que a esa hora se acumula en los semáforos. Se para en la banqueta y una vez más, como cada día desde hace 10 años, se aventura en las peligrosas calles de esta ciudad.

Ejercicio para tema de cadáver exquisito



Poema


EL SUETER DE FEDORIO




En los bordes raídos del suéter
de Fedorio
se arremansa la vida y sus historias.
Jamás
me atrevería a proponerle restañar
esos hilos desgastados
reavivar los colores
las zonas percudidas como un abecedario
para ciegos.
Quitárselo
sería desollarlo.
El suéter de Fedorio
es una hogaza
un libro de bitácora un sol un campanario
alguna melodía que se canta
sin que nadie la escuche.
Su intemperie
anuda cuanto ha sido algo más
que un adiós
menos que un llanto
algo que sólo cabe en el hueco secreto
de la mano.
Si otra piel respira
debajo de mandala de su suéter gastado
será sólo un sudario 
que busca convertirse en el revés cereal 
de esa coraza
hilada por los pájaros.

por:
LAHITTE , ANA EMILIA

Historietas creadas en clase 


El guapo






Cosmonauta

martes, 1 de septiembre de 2015

Ejercicio II

Mi autobiografía 



AUTOBIOGRAFÍA
Mi vida desde mis primeras aproximaciones al arte hasta mi adultez como estudiante de Artes Visuales.

Por María Fernanda Molina Aguilera


Me llamo María, es un nombre bastante común y a la vez no tanto, no siempre me han llamado María, de hecho casi nunca, antes lo hacían para hacerme enojar, no sé por qué pensaban que me molestaba cuando lo hacía. Suelen decirme Fer, o Ferny como me llamaba mi mamá, nací en esta ciudad, Cd. Juárez, el ocho de abril del año 1995, la única de la familia originaria de aquí, pues todos son de Chihuahua. No tengo mucha memoria de mi infancia, pero me esforzare en contarla. La mayoría de las cosas que me pasaron no me importan ahora, no creo que sea necesario recordar, pero es pertinente. Puedo mencionar el kínder, yo lloraba en el kínder, no me gustaba estar lejos de mi mamá, creo que por mucho tiempo tuve ese terrible mal que se conoce como mamitis, apenas hace unos años empecé a sanar, en fin, no me gustaba estar lejos de casa, rodeada de extraños, pues amigos siempre han sido pocos. Lloraba y mi madre tenía que ir al kínder para que me calmara, las maestras se enojaban, tal vez por eso nunca me ha agradado mucho ir a la escuela, al menos en ese aspecto pues si me gusta mucho aprender cosas nuevas.  Para ser sincera, tampoco me sentía muy a gusto en casa. Tengo dos hermanos mayores, uno un año mayor el otro como cuatro, siempre he estado al margen de lo que ellos quieran, ellos decidían y a mí siempre me ha tocado obedecer. Cuando éramos todos aún muy pequeños, vivíamos en otro fraccionamiento, sólo he vivido en dos lugares en mi vida, el primero era un departamento no muy grande ni muy bonito, de un piso, lo bonito era un parque que estaba al lado, que tenía como un canal de agua, siempre seco, por donde me gustaba caminar, casi siempre sola y no con mis hermanos pues a ellos les gustaba mucho gastarme bromas y nunca me acople mucho con eso, pues sentía que al ser dos contra uno era injusto, con el tiempo sus bromas se fueron haciendo menos inocentes y más hirientes,  yo mejor me aleje. Así son los hermanos, más si son hombres. Nunca me juntaba con hombres cuando era niña, tenía más bien amigas, los niños me daban miedo, tal vez fue un trauma por aquel niño que nos aventaba piedras en el kínder. En fin, pasaba mucho tiempo sola, no que eso fuera necesariamente malo, me gustaba así, lo que más recuerdo que hacía era colorear libros de dibujos infantiles, siempre procurando no salirme de la raya, desde entonces creo que ya era perfeccionista. Tenía libros de dinosaurios y de animalitos, me gustaban más que las princesas, también me gustaba hacer dibujos para mí mamá, le hacía muchas cartas, y trataba de poner creatividad en ello, le hacía como una especie de collages con varios materiales, como pedacitos de tela o de madera, trataba de que se viera bonito, mi madre siempre pegaba todo lo que le hacía en el refrigerador, o lo guardaba en el buró de su cuarto, creo que aún tiene muchas cosas que yo le hice, y la verdad es que sigo haciéndolo, cuando cumple años yo le envuelvo los regalos personalmente, a veces agrego dibujos a la envoltura, o flores, creo que siempre he sido detallista, una vez le hice una muñeca, por ejemplo. No sé cómo me empecé a interesar por esas cosas, tal vez por los programas de manualidades que veía, o tal vez porque me gustaba ver a mi madre feliz y cuando le hacía cosas bonitas siempre se ponía feliz.
       No creo que haya nada muy particular de ese tiempo que deba mencionar, no me vienen muchas imágenes a la mente, sólo una navidad, fue mi tía, me regaló un oso enorme blanco, es de lo poco que recuerdo, casi como si lo hubiera visto y no vivido. No sé cómo era yo antes, mis tíos dicen que era muy alegre, que hablaba mucho y que reía de todo, no lo recuerdo, no recuerdo que pensaba, no creo que tuviera mucha conciencia de ser yo misma en ese entonces, y cuando se empezó a conformar esa conciencia cambié, fue en la primaria, tal vez fue que me empecé a hacer muy tímida, me daba miedo llamar la atención, supongo que fue porque nunca he sabido bien como sobrellevar las burlas y en esa etapa los niños y niñas suelen ser muy burlones.
       Mi primaria era católica, me gustaba eso, creo que me gustaba más de lo que me gusta ahora. No fue tan estricto como suena, de hecho no lo era, había mucha rebeldía en ese lugar, cosas que una no se espera escuchar en ambientes católicos. La escuela era bonita, diferente, era muy grande. Yo entré desde kínder, me gustaba caminar por sus pasillos, me gustaba el color de las losetas del piso, blanco con azul y de textura rugosa, también me agradaba pasar de la entrada a la dirección y luego a la escuela, era como un atajo y no siempre estaba permitido hacer eso, sólo en ocasiones especiales. El kínder no tuvo nada de espectacular, tampoco la primaria. Recuerdo cosas muy banales, como que siempre nos formábamos para hacer los honores, cómo siempre la primera clase era catecismo, cómo yo estaba regularmente en el cuadro de honor, y cómo siempre lo que más me gustaba de ir a la escuela era regresar a casa. Siempre a la salida me iba al estacionamiento a esperar a mi madre, aunque mis hermanos también estaban ahí procuraba mantenerme alejada de ellos, así que esperaba sola, recogiendo los gusanitos de hierba que tiraban los árboles y que se acumulaban en las banquetas y cerca de las banquitas que había. Esperaba a mi madre, ella llegaba por mí y ya en la casa no hacía mucho, no tenía un hobby en específico, supongo que sólo hacía mis deberes, por un tiempo fui a natación, sin aprender muy bien a nadar, también a ballet, a voleibol, nunca a pintura ni a canto, nada de eso. En mi infancia era más bien muy aplicada en la escuela, me interesaba por aprender cosas nuevas, leía muchos cuentos, sobre todo cuentos de terror, trataba de ser más culta pero nunca, a pesar de todos mis esfuerzos, nunca logré estar al nivel de mis hermanos, ellos sabían todo de todo, eran inteligentes y aparte sociables y nada de lo que yo dijera era de verdad relevante cuando estaba al lado de ellos, así que me dediqué a esforzarme mucho en la escuela para que al menos mis calificaciones denotaran conocimiento a pesar de que ellos aseguraban que no lo tenía. En fin,  no creo que en ese momento tuviera una idea si quiera cercana de lo que era el arte o hacer arte,  lo más parecido a arte que llegué a hacer fue una vez que dibujé un tiburón para la clase de ciencias naturales y me quedó muy bonito, nadie me creyó que lo había hecho yo sola. Otra cosa que tal vez se relaciona con lo que actualmente me gusta era que disfrutaba mucho viendo revistas, mi madre tenía el afán de comprar la de Vanidades, la compraba cada mes y en ella venía información sobre artistas de todo tipo, también artículos a veces relacionados con el arte, por ejemplo llegué a leer uno de Picasso. Esa revista era principalmente de moda y ese fue el primer verdadero interés que yo mostré. Creo que cursaba como quinto o sexto de primaria cuando, estaba convencida de que yo sería diseñadora de modas, pero aun en ese entonces, y quien sabe por qué, solía decir que aunque era mi sueño sabía que no se cumpliría pues en mi ciudad esas cosas no se daban ni se iban a dar. Creo que desde entonces ya manifestaba mucho pesimismo, así que olvidé fácilmente la idea de convertirme en diseñadora, pero no por eso deje de diseñar y dibujar.
       A pesar de que mis intereses eran artísticos nunca destaqué en eso por esas fechas, nunca canté ni bailé ni expuse nada en la primaria, aunque si soñaba con hacerlo, soñaba y soñaba con que algún día alguien me descubriría, alguien descubriría ese poco talento que la verdad no me esforcé demasiado en cultivar, pues era más divertido imaginarlo que ponerse a trabajar y esforzarse en lograr algo. Así que puedo decir que en toda la primaria no se desarrolló en mí un ser creativo, pero luego pasé a la secundaria. La secundaria estuvo llena de bullying y algunas decepciones, pero también de mucha inspiración. Recuerdo que una de las cosas que más me gustaba hacer durante la secundaria era quedarme a observar por la ventana a todos los de la prepa que estaba justo al lado, ellos salían antes que yo, y pasaban como desfilando con sus cabellos largos, permitidos sólo en los mayores, y uno y que otro con su guitarra o bajo. Me gustaba mucho mirar a los de prepa, creo que hicieron que se formara en mi la idea de la gente “cool”, miraba sobre todo a uno en específico, el innombrable, ese primer amor que te quita el sueño pero nomás eso, pues nunca tuve el valor de acercarme tan si quiera a mirar el color de sus ojos, aparte de que siempre usaba lentes oscuros, incluso en la noche, creo que eran parte de su estilo de “rockstar”. Creo que fue en ese entonces cuando entre también a clases de pintura, obligatorias en mi escuela, que por cierto reprobé, la única materia que he reprobado en mi vida, y también estaba en clases de batería aunque nunca tuve una. Seguía dibujando ropa, aunque ahora decía que me iba a dedicar a la psicología. También paso por mi mente alguna vez el ser escritora, mi padre me apoyaba en eso, hubo unas vacaciones en que leí como siete novelas, pero como nunca he sido muy constante, paso poco tiempo para que dejara de hacerlo, un poco desanimada por los comentarios de mis hermanos de que la literatura era una pérdida de tiempo. A veces es difícil continuar con lo que a uno le gusta cuando es criticado y siento que muchas veces me aleje de las cosas que me interesaban por temor al qué dirán. En fin la secundaria estuvo bien, me gustó, aunque no fue mi etapa preferida, no tenía tantas amigas y menos amigos, me hubiera gustado estar en una secundaria pública, con más gente por eso fue bueno que en la preparatoria me cambiara a el Chamizal, esa prepa si estaba llena de gente, y yo entré sin conocer a nadie, como aún tenía la costumbre de aislarme no hice amigos muy fácil, no tenía dificultades para entablar conversaciones, pero tampoco me apetecía mucho hacerlo. El primer día de clases me senté por ahí en una banca a dibujar, un chico se me acercó y me preguntó que qué dibujaba, le enseñé lo que estaba haciendo, creo que era un diseño de un vestido, él se mostró muy amable, me dijo que también le agradaba dibujar y que en la escuela había un grupo de dibujo que se reunía el fin de semana, era un grupo y no una clase, ya que no tenían maestro, sólo eran ellos unidos por el deseo de ser mejores en el dibujo y a la vez pasarla bien, pues la mayoría de los que iban eran amigos. Me decidí a ir a esas clases, ahí terminé conociendo a las que ahora son mis mejores amigas. En mi adolescencia creo que siempre simpaticé con gente igual de peculiar que yo, si se le puede llamar así, y en el caos que puede llegar a ser la preparatoria para alguien tan sensible, encontré mi tranquilidad y mi felicidad con mis mejores amigas, nos entendíamos como creo que nadie más lo hacía. Eso fue bonito de la prepa, y las clases de dibujo se convirtieron en mi “día social”, esa era mi fiesta loca, ir con mis amigas a platicar de arte y cosas raras. Y de chicos, también de chicos.
       Cuando entré a la preparatoria seguía siendo igual de aplicada en la escuela, ahora leía muchas enciclopedias y fue entonces cuando empecé a leer de historia del arte, en ese entonces mi idea sobre el arte era muy radical, había adoptado la creencia de que el artista siempre sufría, que era inminente tener una vida trágica, incluso empecé a desear tener una vida trágica porque admiraba demasiado a los grandes maestros del arte, que casi generalmente tuvieron vidas llenas de drama. Soñaba despierta con que algún día tendría mi estudio, y que pasaría mis tardes en un café intelectual conversando con gente culta, escritores, poetas y pintores, ese fue mi sueño durante mucho tiempo, aún ahora a veces lo deseo. Así fue nació en mí un verdadero interés por el arte, creo que mis padres maldicen el día en que decidí que el arte era lo mío. Así como nunca pude lograr hacer otras cosas, lo artístico si me gustaba y ahora sólo quería hacer eso. Mi primer acercamiento con el arte fue gracias a Vincent Van Gogh, empecé a leer de su vida y su obra, me impresionaba como una persona podía ser tan maravillosa y sufrir tanto a la vez, me dolía ver su arte, pero me gustaba aprender de él, e inspirarme con su trabajo. Poco tiempo pasó para que me decidiera a empezar a pintar y también, entré a clases de pintura en la Academia Municipal de las Artes, ya antes había experimentado con pasteles y carboncillo, gracias a lo que aprendí en la secundaria. Las clases me gustaron aunque no logré mucho, ahí me dijeron que había otra escuela, que era una carrera técnica, el Centro Municipal de las Artes y después de un semestre me fui de la academia para entrar al CMA. A partir de este momento creo que mi vida cambió completamente, todo cambió, mi rutina diaria, con mi familia y con amigos, mi forma de ser, mis gustos, mis miedos, todo. Creo que fue en cierta forma perjudicial porque fue como si hubiera pasado del encierro y la comodidad que era estar en mi casa siempre, sin ninguna obligación más que sacar buenas calificaciones, a estar fuera de casa todo el día con el deseo de ser buena en lo que estaba haciendo, con miles de proyectos de todos los tipos y sobre todo conociendo gente nueva, artistas, músicos, actores, empecé a salir a fiestas, incluso expuse una vez en una fiesta de un colectivo. Me corte el cabello muy corto y comencé a vestirme diferente también, no sabía exactamente como ser o que decir, siempre me encontraba rodeada de mis inseguridades pero eso no me detenía, la gente igual hablará mal, hagas lo que hagas. Yo era como era, y no era la mejor, y ahora estoy cambiando mucho de lo que ya no me gusta, pues lo necesito. Estar en el CMA no fue sólo estudiar arte, fue conocer cosas de mí que no conocí, aprendí mucho y empecé un camino que me ha llevado hasta donde estoy ahora, aunque no duré más que un semestre, porque tenía que entrar a una Licenciatura, mi plan era estudiar Arquitectura y por las tardes ir al CMA, mi padre no me dejó, yo lloré. Creo que por eso Arquitectura no funcionó desde el principio,  no quería hacer sólo eso, necesitaba también las artes y necesitaba ese ambiente que me había hecho sentir integrada, como nunca antes me había sentido.  Entré a esa escuela cuando aún estaba en la prepa, tenía 17 años, cumplí ahí los 18, lo recuerdo porque una amiga me llevó un pastel ese día pero yo falté y me lo dieron después, el maestro permitió que me festejaran en la hora de clase y bailamos en el salón, ese tipo de cosas sólo se pueden hacer en una escuela de arte. Fue en ese tiempo cuando empecé también a salir a bares, iba con una amiga que conocía a mucha gente, entonces cuando salíamos siempre terminábamos con personas diferentes, a veces yo terminaba sola, o bailando en la pista con desconocidos. Me gustaba mucho salir, creo que fue una de las etapas más bonitas de mi vida, empecé a tener más amigos, no muchos pero algunos. Ya no era yo la niña tímida y rara que se quedaba siempre al fondo del salón, fue una de esas etapas en las que te importa poco lo que digan los demás, no creo que en ese momento me percatara de ello, pero ahora al mirar atrás admiro que tuve el valor de hacer muchas cosas que la gente me decía que no podría.  
       De esos años, lo que más me gusta recordar fueron las vacaciones que tuve cuando salí de la preparatoria, me fui a Chihuahua con mi madre como por un mes, íbamos solo ella y yo y nos quedamos con mi abuelita, era la temporada de lluvias así que estaba siempre nublado, lloviendo y tronando, todo se veía muy verde. Casi todas las mañanas, después de desayunar, me iba con mi madre a recorrer la ciudad, íbamos a museos, a parques, a centros comerciales, después pasábamos tiempo con mi abuelita, mi tío y mi prima, también veíamos películas en la casa y en las noches íbamos a cenar o por un cafecito o una nieve. Me había llevado muchas cosas para dibujar, una mochila con cuadernos, carboncillos, y otras cosas, además de mi cuaderno de dibujo de piel que cargo a todos lados. A veces me sentaba en la banquita que estaba en la cochera a pintar o leer, porque también había llevado libros de arte, revistas y una novela. Me quedaba afuera por horas entre las plantas de mi abuelita sintiendo el aire fresco o la brisa. Nunca voy a olvidar ese mes, en el que no tenía que hacer nada más que disfrutar los días y dibujar, dibujé a mi abuelita, a mi prima y a mi tío, también a mi mamá cociendo en una mecedora, todo era demasiado acogedor, no quería regresar a Juárez, a mi vida y a la inseguridad y la indecisión que me esperaban. Ese mes pasó muy rápido y volví para entrar a la Universidad. Aquellos primeros días fueron algo frustrantes, recordándolo me doy cuenta de cómo todo ha cambiado tanto y a la vez tan poco. Entré también sin conocer a nadie, las primeras clases no me gustaron, los maestros siempre tratan de asustarte los primeros días, como si no se viviera ya demasiada incertidumbre. Aguanté bien el primer semestre, hasta logre que me dieran una beca de excelencia, y no fue fácil, porque desde el momento que entré supe que eso no era para mí. Lo bueno de haber entrado a Arquitectura fue la gente que conocí ahí, aún los considero amigos y los quiero, de verdad que al menos en eso fui afortunada, al entrar al segundo semestre agarré pocas materias, incluyendo optativas, llevaba la clase de Fotografía con un maestro que ya conocía, creo que esa era la única materia en la que de verdad me esforcé, podía no dormir y no comer haciendo tarea de Fotografía, compré mi primera cámara y de verdad me gustó, creo que me ayudo a ser más creativa. Me inspiraba para tomar fotos viendo películas de cine de arte, sobre todo las que estuvieran en blanco y negro, como las de Ingmar Bergman, mi ídolo, buscaba lograr en mis fotos la melancolía y el drama que él podía lograr en cada escena de sus películas. Me la estaba pasando muy bien en esa clase, estaba cultivando mi creatividad, pero no todo fue bonito en ese semestre. El cine de arte puede llegar a ser muy crudo y trágico, normalmente toca temas relacionados con la sensibilidad, los sentimientos y las emociones fuertes, y muchas veces también habla de muerte. No debí haberme metido tanto en eso, porque después no me sería fácil desprenderme de ese drama.
       Una amiga muy importante para mí la conocí también en ese tiempo, era mi vecina pero nunca nos hablamos hasta que nuestras madres se empezaron a hacer amigas, y no nos quedó de otra que conocernos. Ella tenía un nombre muy bonito y era muy amable, era demasiado buena niña, no hacía nada malo, nada que mortificara a su madre, no salía de noche a la calle como yo, no se iba a ningún lado sin avisar como yo, y creo que por lo mismo nunca fuimos demasiado unidas, pero sí buenas amigas. Gracias a ella también empecé a salir más, tal vez demasiado, íbamos al cine varias veces entre semana, íbamos tanto que conocíamos a los que trabajaban ahí, y después ella empezó a trabajar ahí. Era un año mayor que yo solamente pero siempre pensaban que yo era mayor, a veces también pensaban que éramos hermanas pues solíamos andar juntas regularmente. Fueron tiempos bonitos, los agradezco pero yo nunca fui la mejor amiga, antes solía ser un poco voluble y cuando algo no salía a mi gusto me molestaba fácilmente, he dejado ya eso atrás, junto con otras cosas, por una valiosa razón que quiero explicar, pues nunca he hablado de ello a nadie abiertamente. Mi amiga falleció un día, y nunca supe exactamente por qué, nadie me dio una explicación, no sé si alguien sabía o si había una, después de un tiempo me di cuenta de que no importaba mucho la razón, sólo sucedió, son cosas que pasan. Fue algo que me impactó fuertemente, no puedo mentir, tal vez no éramos tan unidas, tal vez nunca la consideré una mejor amiga, tal vez no lo permití y se pudo haber dado, lo único que sé es que me arrepiento por todas las veces que la trate mal y por ese motivo es que ahora soy diferente, ahora quiero ser más como era ella, feliz, segura, comprensiva, era una buena amiga que yo no supe apreciar, era alguien que disfrutaba la vida, mientras yo me quejaba de cosas sin importancia y sufría por nimiedades. Su muerte cambió muchas cosas, la forma misma en que yo vivía, no fue sólo su muerte, sino la idea de la muerte y de como nadie sabe cuándo se va a ir. Me hizo darme cuenta de lo que estaba haciendo, y de cómo estaba siendo para con mi familia, mis amigos y conmigo misma. Esto sucedió mientras yo estaba en Arquitectura, recuerdo bien haber ido a clases el día siguiente de su muerte y no haberle dicho nada a nadie, porque no era mi asunto, no podía apropiarme del dolor que debían estar sintiendo sus familiares, me sentía mal porque no sabía cómo debía sentirme, fue muy confuso y sólo dejé que pasara. Creo que también fue esa una de las razones que terminaron por mermar mis estudios en Arquitectura, pensaba continuamente en por qué estar haciendo algo que no me gustaba si al día siguiente podría irme de este mundo, me parecía una pérdida de tiempo y de esfuerzo.
       Duré un año en Arquitectura, hasta que me fastidié, el primer día de mi tercer semestre fui a dar de baja mi carrera y sin decir nada a nadie me fui al CMA, a inscribirme. Sin embargo, las cosas no son como uno las imagina o las desea, mi regreso a la carrera de Artes Plásticas no fue lo que esperaba, no por los maestros ni por las materias, sino porque yo ya no era la misma de antes, no sé si fue el tiempo que estuve en Arquitectura y dejé de dibujar, o tal vez maduré, no lo sé, algo pasó que sentí como si eso ya no fuera lo mío, y más que nada, lo que más me dolía era que nadie apoyaba mi decisión, antes lo habían tomado como un hobby, como si fuera sólo una etapa, pero ahora me había decidido a estudiar arte y eso nadie lo entendían. La gente se imagina muchas cosas cuando les hablas de arte, por ejemplo mi tío, el creyó que yo quería ser artista, de las que salen en el canal 5 o en las novelas, pensó que tal vez me llamaba la atención el espectáculo, me dijo que mejor me decidiera por otra cosa. Mis hermanos, por otro lado, nunca han creído que sea una carrera ni un trabajo, creen que es inútil, yo creo que es inútil tratar de hacerlos entender y aceptar lo que yo quiero. Bueno sin irme mucho por la tangente, cuando regresé al CMA las cosas ya no eran iguales, terminé ese semestre y aunque quería entrar al siguiente mis padres no me lo permitieron, y cuando no se tiene dinero, ni trabajo ni independencia se tienen que seguir las reglas de casa. Me resigné a que esperaría un semestre más para entrar a la Licenciatura de Artes Visuales. Ya tenía 20 años, ya era una adulta, ya soy una adulta, ya no es un sueño sino una realidad, dedicarme al arte, en alguna de sus ramas o sus aplicaciones, arte de algún tipo o a hablar de arte, o a escribir libros o revistas o lo que sea, aportar algo a esto que me gusta, que para mí es lo único, es como ninguna otra cosa en el mundo. Ese semestre que me quedé sin estudiar pensé que sería terrible, pero no lo fue, podría decirse que lo tomé para reencontrar todas aquellas cosas que había perdido de mi misma, para retomar mi sueño y mis ideas, mis gustos, mis habilidades y también, porque no, para alejarme de todas esas personas tóxicas que me afectaron, ya sea por sus palabras o sus acciones, gente que me hizo desviarme de mi camino. Me dediqué a leer y dibujar, aprendí un poco a pintar, incluso aprendí a manejar, creo que necesitaba de ese tiempo, a solas conmigo, para centrarme y equilibrarme. Creo que pasar de la adolescencia a la adultez no es fácil, y yo di un brinco muy apresurado sin darme cuenta de que no todas las decisiones que estaba tomando eran las mejores para mí, por mucho tiempo me acostumbre a seguir órdenes, a hacer lo que me dijeran, pero eso ya no es viable, y menos en la vida que yo quiero llevar. En la vida que tengo planeada para mí misma no cabe el miedo, ni la indecisión ni la inseguridad, no puedo ser como era antes, ya no soy como era antes, ahora vivo por mí y para mí y próximamente para el arte, intentando hacer una fusión de todo lo que soy con lo que quiero crear y comunicar.
       No creo que todas las etapas de mi vida han sido determinantes para conformar lo que soy, hay muchas cosas que a mi parecer, son sólo basura, no sirve guardarlas ni recordarlas, no porque sean malas, sino porque son innecesarias. Mi vida va a ser como yo quiera que sea porque yo le doy el enfoque que le da sentido y hasta ahora más que tragedias creo que he tenido muchas oportunidades y aprendizajes. Ahora que veo hacía atrás estoy satisfecha con lo que soy y en lo que me he convertido, y creo que es momento de aterrizar, dejar de soñar y empezar a crear, establecer mis objetivos y nunca perder la visión de lo que quiero ni mucho menos la fe en mi misma.











17/08/15

Taller de Análisis y Creación I

Ejercicio I

Construir una narración corta con las siguientes palabras:

-amigo
-personalidad
-apego
-grande
-único

Hay pocas cosas tan difíciles, en mi opinión, como perder a un amigo, o como darte cuenta de pronto que en verdad nunca lo fue. Es muy fácil sentir apego por alguien y en ocasiones empezar a depender, necesitar del otro para estar más feliz, o necesitar de alguien que te ayude a conocerte a tí mismo. Eso es fácil, en mi opinión, lo que no es fácil es perderlo, no saber qué hiciste mal o, tal vez, no poder perdonar un error grande del otro. No es fácil, se siente un vacío, es como algo que muere, que se va para nunca volver, es perder una parte de ti. La soledad, por otro lado, a veces sirve, te hace más fuerte, moldea la personalidad y hace madurar. En ocasiones es necesario encontrarse sólo para ver las cosas claramente, en ocasiones hay que perderlo todo para volver a ganar, incluso algo mejor, o diferente, pero nunca lo mismo. Perder a un amigo no es fácil pero, a veces, necesario, aunque sea un mejor amigo, aunque sea ese único amigo, el más importante. Perder es inevitable, pero así es la vida y así se vive, aprendiendo a dejar ir.